Enfermedades o plagas de soja, maíz, arroz y algodón: cuidados en la aplicación de los agroquímicos.
Las plagas y enfermedades en plantas cultivadas han desafiado al hombre en la producción de alimentos desde los albores de la agricultura. El uso de productos químicos sintéticos sigue siendo la principal estrategia utilizada, mientras que el uso de agentes biológicos aumenta constantemente.
Las plagas y enfermedades en plantas cultivadas han desafiado al hombre en la producción de alimentos desde los albores de la agricultura. Entre las diversas formas de manejo desarrolladas, el uso de productos químicos sintéticos sigue siendo la principal estrategia utilizada, mientras que el uso de agentes biológicos aumenta constantemente.
Teniendo en cuenta el uso de caldos fitosanitarios, los pulverizadores juegan un papel importante. Deben proporcionar el uso racional de los insumos, cuya finalidad es distribuir uniformemente los productos en el objetivo, de manera ágil para aprovechar las mejores ventanas de aplicación, en la dosis justa y en el momento oportuno.
En este texto se propone presentar puntos importantes a ser considerados para la correcta aplicación de productos fitosanitarios en varios cultivos agrícolas, como de soja, maíz, arroz y algodón, llevándole al lector definiciones sobre el proceso de pulverización, la importancia de conocer el objetivo, los criterios para la definición del volumen de aplicación, el tamaño de gotas y la necesidad de cobertura en los objetivos. ¡Le deseamos una buena lectura!
Pulverizaciones agrícolas
En el modelo agrícola actual, el principal método de control de plagas y enfermedades se basa en el uso de productos fitosanitarios formulados.
La pulverización es el proceso físico que consiste en fragmentar el caldo fitosanitario en gotas. Las pulverizaciones agrícolas, en su gran mayoría, se realizan mediante un sistema de pulverización hidráulica, en el que se forma un chorro de líquido a partir del pasaje del caldo a presión por el orificio de las boquillas de pulverización. Las gotas se producen entonces a partir de la fricción de este chorro a alta velocidad con el aire atmosférico del entorno de la boquilla.
El pulverizador es el responsable de producir las gotas y de distribuirlas en el área objetivo. Él debe atender las exigencias específicas de cada aplicación y permitir que la calidad de la pulverización sea constante en toda el área tratada (Figura x). Varias innovaciones y tecnologías integradas en los pulverizadores ayudan al operador en la toma de decisiones y en la ejecución de las actividades, haciendo que la aplicación sea más ágil y mejor.
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